Por eso, una vez llegado el mes de octubre, es el momento perfecto para realizar algunos cambios decorativos en el hogar, más que nada porque vamos a pasar más tiempo en casa.
Prepárate para recibir el otoño, una estación en la que volver a disfrutar de nuestro hogar y aclimatarnos (mentalmente) para el frío. Prepararnos para esa transición pasa, también, por vestir la casa para el momento: una manera de dejarnos contagiar por una época del año en la que la calidez es una máxima.
Recibir esa nueva estación en la que volver a disfrutar de nuestro hogar forma parte del guión no escrito de aclimatarnos (mentalmente) para el frío. Prepararnos para esa transición pasa, también, por vestir la casa para el momento: una manera de dejarnos contagiar por una época del año en la que la calidez es una máxima.
En otoño la decoración nos debe ayudar a que en el hogar haya lo que empieza a faltar fuera: luz, colorido y calidez. No es necesario hacer grandes cambios para conseguir un ambiente confortable y cálido.
La iluminación como sabes, varía en esta estación. Se puede lograr la luminosidad a través de las plantas. Busca aquellas que florezcan en otoño y sean aptas para su cultivo en maceta como geranios, fucsias y crisantemos. Sus colores vivos aportarán alegría.
Las velas son otro accesorio que da calidez al hogar. La luz de velas por la noche resulta perfecta para relajarnos después de un largo día. Incluye velas en distintas partes del hogar, con fragancias otoñales, como la canela. Pon varias velas de distintos tamaños en grupo como centro de mesa, en candelabros o encima de la chimenea. Escoge velas de color rojo o anaranjado oscuro.
La alfombra es un elemento que no siempre está presente en la decoración veraniega. Hay quienes deciden prescindir de ella para no acalorarse. Sin embargo, en otoño es un indispensable, una pieza decorativa que no puede faltar en todo salón que se precie. Lo ideal es que ocupe el espacio situado justo por debajo de la mesa del salón, ganando protagonismo y ofreciendo el confort que se le pide a cualquier alfombra.
De la misma forma que acabamos de comentar lo de las alfombras, deberíamos referirnos a otros textiles que no siempre gozan de tanto espacio durante el verano. Nos referimos a los cojines, las mantas, los plaids… Todos ellos son bienvenidos no solo para decorar de la mejor forma posible, sino para aportar esa dosis de calor que empezamos a necesitar cuando la temperatura cae.
Somos partidarios de apostar por los elementos naturales a lo largo de todo el año, si bien es cierto que cuando más nos acordamos de ellos es en otoño, tal vez por eso de que los tonos tierra pasan a ser los predominantes. La madera es el material estrella y las fibras naturales se dejan notar. Además, no puedes olvidarte del lino, la lana, el algodón o el yute, todos ellos muy de moda por motivos más que evidentes.
En otoño se multiplican tus ganas de leer. Aunque no dispones de tanto tiempo como en verano porque las vacaciones se evaporan, es el mejor momento para crear un rincón de lectura acogedor en el que pasar horas y horas sin darse cuenta. Puedes sumergirte en una buena novela si eres capaz de crear el ambiente apropiado, para lo que necesitarás una butaca cómoda, un punto de luz que te permita leer sin esfuerzo y una mesa auxiliar en la que apoyar un vaso de agua y otros libros que tengas previsto leer en el futuro. Además, también puedes añadir un reposapiés para sentirte todavía más cómodo si cabe.